Aumenta poco a poco
Para evitar las lesiones, debes aumentar la intensidad de tus entrenamientos muy poco a poco. No salgas a correr 5 km del tirón si nunca has corrido antes. Aunque tengas una forma física estupenda y juegues al fútbol o montes en bici 3 veces a la semana, la carga para el cuerpo al correr es mucho mayor y te hace más susceptible a las lesiones. Por lo tanto, empieza con unos minutos y ve ampliando el tiempo y la intensidad poco a poco.
Técnica de carrera
Trabaja en tu técnica de carrera. Observa cómo corren los atletas de primer nivel: rectos, contacto suave con el suelo y apoyando la zona media del pie. Si quieres dedicarte en serio a esto, puedes dar clases de técnica de carrera. Es normal dar clases de un montón de cosas, pero muchísima gente piensa que puede empezar a correr correctamente sin asesoramiento profesional.
Estabilidad del tronco
¡Trabaja en tu estabilidad del tronco! Dado que tienes que absorber hasta 3 veces tu propio peso corporal al tocar suelo mientras corres, es fundamental tener una musculatura del tronco lo suficientemente fuerte. Los músculos de la espalda, los abdominales y los glúteos son especialmente importantes. Céntrate sobre todo en los glúteos, ya que son los motores al correr, absorben muy bien el impacto al tocar suelo y también hacen que puedas correr con más potencia.