Desarrollo muscular
Para dar respuesta a los comentarios anteriores, comencemos resaltando el papel fundamental que desempeñan los músculos en nuestro organismo y que va mucho más allá de lo que vemos. Si no tuviéramos músculos, no podríamos realizar literalmente ningún movimiento. Por mucho que las personas sedentarias tengan los músculos casi atrofiados o cubiertos por una capa de grasa, siguen ahí, cumpliendo su función como pueden. Además, no olvidemos que hasta nuestro corazón es un músculo.
Independientemente de la forma física, todos tenemos los mismos músculos. Lo que varía es el grado de desarrollo muscular, que es distinto para cada persona. El mayor o menor desarrollo muscular depende fundamentalmente de cuatro factores: la genética, el estilo de vida, la alimentación y el entrenamiento.
Realizando un entrenamiento de fuerza adecuado, todo el mundo puede desarrollar sus músculos, lo cual resulta muy recomendable, pues unos músculos en forma mejoran la postura, evitan lesiones, mejoran el rendimiento deportivo y tonifican el cuerpo.
Masa muscular y salud
Contar con una masa muscular bien desarrollada también tiene efectos muy positivos en la salud: mejora la circulación sanguínea, mejora la densidad ósea (y, por tanto, previene la osteoporosis) y además hace que te canses menos y que tengas una vida más activa.
Desafortunadamente no podemos convertir la grasa en músculo. Las células adiposas que forman el tejido graso son completamente diferentes a las células que forman los músculos. Pero mediante el entrenamiento de fuerza, podemos reducir la cantidad de tejido graso de nuestro organismo y sustituirlo por masa muscular. Este cambio tendrá consecuencias en nuestro metabolismo ya que la masa muscular requiere de mucha más energía que el tejido graso y, por tanto, nuestro organismo necesita quemar grasa incluso cuando estamos en reposo. Esto se aplica, sobre todo, cuando desarrollamos los músculos de mayor tamaño, como los músculos de las piernas y los glúteos.
Masa muscular y aspecto físico
La gran mayoría de las mujeres no debe preocuparse por tener un aspecto más masculino al realizar entrenamiento de fuerza. La menor cantidad de testosterona presente en el organismo de la mujer hace que los músculos se desarrollen de forma diferente que en el caso de los hombres. Normalmente, las mujeres que realizan un entrenamiento de fuerza adecuado consiguen una figura más esbelta gracias a la reducción del tejido graso.
Los hombres son más propensos a desarrollar músculos voluminosos, pero para hacerlo deben entrenar correctamente cada grupo muscular y adoptar una dieta rica en proteínas. El descanso es un factor muy importante para el desarrollo muscular ya que favorece la producción de hormonas como la testosterona o la hormona del crecimiento. Por eso, siempre digo que ¡el descanso es parte del entrenamiento!
Blog escrito por uno de nuestros personal trainers, Angelina Hammond.
