UNA MAYOR FRECUENCIA DE COMIDAS CONTRIBUYE A UN METABOLISMO MÁS ALTO
La quema de grasas y el metabolismo disminuyen y se ralentizan cuando comes menos. ¿Esto es realmente así? Mucha gente tiene la idea de que hay que hacer una comida cada par de horas para mantener el metabolismo "alto" y la quema de grasas activa. Esta idea existe en multitud de variables, como: come cada 2/3 horas o come 3 comidas principales y 3 comidas pequeñas. Sin embargo, diferentes estudios científicos han demostrado que esta idea no es correcta.
El distribuir muchas comidas pequeñas a lo largo del día no es bueno o malo en sí mismo, pero se trata más bien de los motivos dados para ello.
¿CÓMO HA SURGIDO ESTE MITO?
Sí que es verdad que al hacer una comida el metabolismo aumenta temporalmente, ya que que el cuerpo necesita energía para realizar la digestión. Pero para llevar a cabo una comparación entre la cantidad de comidas, las calorías diarias y los macronutrientes deberían ser iguales. El aumento del metabolismo en reposo (RMR, por sus siglas en inglés) es proporcional a la composición de la comida. Cuanto mayor sea la comida, más subirá el metabolismo en reposo. Las seis comidas al día contienen menos calorías que las tres comidas, por lo que el efecto por comida es menor, pero el resultado neto a lo largo del día será el mismo.
PREFERENCIA PERSONAL
Si tienes la costumbre de comer varias comidas al día, por ejemplo porque te cuesta mucho funcionar con el estómago vacío, no hay ningún problema es que lo mantengas lleno. Pero si no tienes tiempo para prepararte una comida y puedes seguir funcionando aunque tengas un poco de hambre, tampoco hay ningún problema en comer menos comidas de mayor tamaño. Elige lo que más te guste y lo que mejor funcione para ti. Pero ten en cuenta el "peligro" de estar con hambre, ya que puedes acabar comiendo algo poco saludable. Ir al supermercado con el estómago vacío aumenta la tentación de comprar productos poco sanos.
FRECUENCIA DE LAS COMIDAS Y EL EJERCICIO
Si haces mucho deporte, es fundamental que les proporciones a tus músculos la alimentación adecuada en el momento adecuado. Intenta hacer una comida rica en carbohidratos unas tres o cuatro horas antes de ir al gimnasio. Después del entrenamiento, en un plazo de media hora, es importante hacer una pequeña comida con carbohidratos de rápida absorción, por ejemplo un plátano. Además, es fundamental hacer una comida caliente en un plazo de de dos horas después del entrenamiento, que contenga una gran cantidad de carbohidratos y proteínas. Y no te olvides de que tu cuerpo necesita menos nutrientes en los días de reposo que en los días de entrenamiento.