1. Decide tu meta física
Primero piensa bien tu objetivo: ¿Quieres una mejor forma física, perder kilos o adquirir fuerza?
Mejorar tu forma física
Para conseguir una mejor condición física es necesario centrarse en realizar ejercicios en la zona de cardio (paseo, marcha, bicicleta, natación) y combinarlos con entrenamientos de fuerza, haciendo muchas repeticiones con un peso ligero.
Perder kilos
Deberás alternar entrenamientos de cardio y entrenamientos de fuerza. Es decir: un día ejercicios de cardio y, otro día, ejercicios de fuerza. En los entrenamientos de pesas, céntrate en los músculos más grandes, por ejemplo, las piernas. Para ello, utiliza pesas que te permitan realizar entre 10 y 15 repeticiones con una técnica correcta.
Ganar fuerza
¿Quieres una mayor masa muscular para conseguir ganar fuerza? En este caso, en tu entrenamiento de fuerza debes realizar ejercicios con pesas algo más pesadas y un número de repeticiones menor que en el caso anterior. Para alcanzar la máxima fuerza muscular, emplea un peso que te permita realizar entre 1 y 5 repeticiones. ¡Sabemos que duele! Pero notarás claramente que estás ganando fuerza.
2. Da prioridad a tus entrenamientos
Podrás alcanzar tu meta física si consideras el deporte igual de importante que... ¡Un maratón de tu serie favorita! (Por ejemplo) ¿Esperas impaciente el próximo capítulo? Cuando se trate de tu meta física (y de cualquier entrenamiento), es conveniente tener esa forma de pensar.
Es decir: convierte el deporte en una parte fija y agradable de tu estilo de vida, porque así desarrollarás una rutina. Prepara un plan semanal y prolóngalo durante un mes. ¿Tienes que saltarte un entrenamiento? Puede pasar, ¡pero comprométete a recuperarlo al día siguiente!
Prepara un esquema semanal aceptable (por ejemplo, tres o cuatro entrenamientos por semana) y céntrate en él durante el próximo mes. ¿Has probado durante ese tiempo y te sigue gustando? Sigue así. ¿No te ha gustado mucho? Ajusta tu esquema semanal para que se adapte a tu rutina y consigas realmente ponerte en acción y progresar.
3. Motivación
Para la motivación es importante hacer un seguimiento de tus progresos de forma relajada. ¡Así que no te peses cada día! Es más, olvida la báscula: es mejor que utilices tu ropa como método de medición. Por ejemplo, ese pantalón y esa camiseta que te quedaban fabulosamente... ¡Pero no tanto ahora! O esas prendas que compraste hace poco porque tanto te gustaban y que, por ahora, no te sirven... ¡Aunque eso cambiará!
Además, establece metas alcanzables en un plazo específico (por ejemplo: un mes, tres meses o seis meses). ¿Puedes asociarlas a un acontecimiento positivo, como las vacaciones, un partido o una fiesta? ¡A por ello! Porque así podrás fijarte metas a corto y medio plazo #motivaciónadicional.
4. Crea unas circunstancias óptimas
Intenta dejar claro a tus amigos, familiares y conocidos que toda su motivación te ayudará a alcanzar tu meta física. Explícales lo mucho que valoras que te apoyen en tu objetivo. Y no, ¡no eres un aburrido por, de vez en cuando, decir que no a una pizza o una copita de alcohol! Porque es una pena echar a perder grandes esfuerzos de esa forma. ¿O no?
Quizás puedes apoyarte en alguien de tu entorno que también necesite mano dura para seguir haciendo deporte. Siempre es más divertido hacer deporte en compañía y os ayudará a sobrepasar vuestros límites: si está lloviendo fuera, puede que tu compañero de entrenamiento te esté esperando en el gimnasio.
Otros dos consejos:
1. Intenta tener siempre, en casa o en el coche, una bolsa de deporte con todo listo.
2. Intenta preparar, de antemano, comidas sanas y sabrosas para la semana siguiente. Así evitarás la tentación de pedir comida rápida: beneficioso para tu meta física y para tu bolsillo.
5. ¡Disfruta y diviértete! Aparte de todas las obligaciones, no debes olvidarte de la diversión. Tal vez puedes combinar tus ejercicios con otro deporte. ¿Te gusta bailar, saltar a la comba, el tenis o el boxeo? Variar siempre está bien, ¡porque aporta más energía y entusiasmo!
Además, la música es para muchos un gran estimulante durante los entrenamientos. Si te falta motivación o una parte de tu entrenamiento te parece más aburrida, deja que tu música favorita suene en tus auriculares. ¡Ya verás como resurgen las ganas!
Así que... ¡Disfruta y a por ello!
Blog escrito por uno de nuestros personal trainers, Angelina Hammond.
